Vicki Penfold: la flor que florece en la sombra

En un siglo marcado por guerras, exilios y reconstrucciones, la figura de Vicki Penfold emerge como un testimonio de resistencia artística y humana. Nacida en Cracovia en 1918 bajo el nombre de Victoria Sandberg, su vida fue una odisea que atravesó campos de trabajo en Siberia, campamentos de refugiados en África y estudios de arte en Europa, hasta encontrar refugio definitivo en Canarias. Su trayectoria no es solo la de una pintora: es la de una mujer que convirtió el dolor en color, y el exilio en forma.

Cultura28 de septiembre de 2025Diego De La Nuez MachinDiego De La Nuez Machin
20250925_Vicki Penfold_02

En un siglo marcado por guerras, exilios y reconstrucciones, la figura de Vicki Penfold emerge como un testimonio de resistencia artística y humana. Nacida en Cracovia en 1918 bajo el nombre de Victoria Sandberg, su vida fue una odisea que atravesó campos de trabajo en Siberia, campamentos de refugiados en África y estudios de arte en Europa, hasta encontrar refugio definitivo en Canarias. Su trayectoria no es solo la de una pintora: es la de una mujer que convirtió el dolor en color, y el exilio en forma.

Penfold se formó en el Instituto de Artes Plásticas de Cracovia y fue alumna de Oscar Kokoschka en la célebre Escuela de la Visión en Salzburgo. Su estilo, profundamente figurativo, se nutre del expresionismo centroeuropeo y de la energía telúrica africana. Retratista incansable, supo captar la dignidad de lo cotidiano: mujeres africanas, gobernadores coloniales, poetas canarios, y hasta la Princesa Isabel de Inglaterra pasaron por su pincel. Su obra no busca la perfección formal, sino la verdad emocional. Cada trazo suyo parece decir: “esto es lo que vi, esto es lo que sentí”.

Su pensamiento artístico estaba marcado por una vida de exilio, hambre y guerra, pero también por una profunda fe en la belleza como refugio. Influenciada por sus maestros Homolacz y Kokoschka, defendía que la pintura debía capturar lo esencial, no lo decorativo. Para ella, el arte era “lucha, sosiego e intensidad espiritual”. Penfold no buscaba agradar: buscaba conmover. Prefería que su obra hablara por ella, y solía decir que “al público no le interesa su vida, sino su pintura”.

Su conexión con Canarias fue más que geográfica: fue emocional, casi espiritual. En Puerto de la Cruz encontró un hogar, un taller y una comunidad que la acogió como una de las suyas. Fue nombrada Hija Adoptiva del municipio en 2004, y su influencia se dejó sentir en generaciones de artistas locales. En su estudio, rodeada de arte africano y de sus propios lienzos, Penfold enseñaba sin dogmas, compartía sin pretensiones y pintaba con una libertad que solo se alcanza después de haberlo perdido todo. En Tacoronte impartió clases de pintura al natural, convirtiendo su espacio en un lugar de encuentro entre artistas locales y extranjeros.

Como mujer artista, su trayectoria es excepcional. En una época en que las mujeres eran relegadas al margen del mundo del arte, Penfold logró exponer en Kenia, Zanzíbar, Londres, París y Tenerife. Fue la segunda mujer en recibir un volumen propio en la Biblioteca de Artistas Canarios, y su vida es testimonio de que el talento no tiene pasaporte ni género. Su obra no solo desafió las convenciones estéticas, sino también las sociales. Pintó gobernadores coloniales y campesinas africanas con la misma intensidad, sin jerarquías, sin prejuicios.

Su estilo pictórico se caracteriza por una figuración sincera, de trazo expresionista y paleta cálida, donde cada pincelada parece cargada de memoria. Penfold no perseguía el detalle fotográfico, sino la esencia emocional del retratado. Sus obras muestran una energía telúrica, una mezcla de ternura e intensidad que transforma la materia en vehículo de expresión. En sus paisajes, como el célebre Paisaje con Teide al fondo, el color se convierte en protagonista: el amarillo vibrante, el azul profundo, el rojo contenido. La luz no se representa, se siente. Sus retratos, por otro lado, crean espacios irreales pero reconocibles, donde la dignidad del sujeto se impone al artificio. Pintaba como quien escucha: con respeto, con profundidad, con una mirada que no juzga, sino que revela

Entre sus obras más significativas destacan los retratos de mujeres africanas, donde la dignidad se impone al folclore. También son memorables sus lienzos dedicados al Kilimanjaro, una montaña que observaba desde su casa en Tanzania y que convirtió en protagonista de su pintura, como Cézanne con la Santa Victoria. En cada obra, Penfold persigue lo esencial: la luz, la forma, la emoción. Las series dedicadas a la dama de la noche, una flor que solo florece en la oscuridad, son quizás las más íntimas: en ellas, la artista parece reconocerse a sí misma, como una presencia delicada, nocturna y resistente.

Su legado es doble: artístico y humano. Vicki Penfold nos deja una obra sincera, valiente, profundamente espiritual. Pero también nos deja una lección: que el arte puede sobrevivir al exilio, a la guerra, al olvido. Que una mujer, sola, puede construir un universo entero con sus pinceles. Y que, en medio del ruido, aún hay espacio para la pintura que nace del alma.

Últimas noticias
20250925_Vicki Penfold_02

Vicki Penfold: la flor que florece en la sombra

Diego De La Nuez Machin
Cultura28 de septiembre de 2025

En un siglo marcado por guerras, exilios y reconstrucciones, la figura de Vicki Penfold emerge como un testimonio de resistencia artística y humana. Nacida en Cracovia en 1918 bajo el nombre de Victoria Sandberg, su vida fue una odisea que atravesó campos de trabajo en Siberia, campamentos de refugiados en África y estudios de arte en Europa, hasta encontrar refugio definitivo en Canarias. Su trayectoria no es solo la de una pintora: es la de una mujer que convirtió el dolor en color, y el exilio en forma.

Te puede interesar
20250925_LiaTAvio

Lía Tavío: la artista que bordó la modernidad.

Diego De La Nuez Machin
Cultura25 de septiembre de 2025

En una época en que el arte femenino apenas encontraba espacio en los salones ni en las páginas de las revistas, Lía Tavío (Puerto de la Cruz, 1874 – Las Palmas de Gran Canaria, 1965) tejió una trayectoria tan rica como silenciosa. Pintora, poeta, escritora, pianista y docente, su vida fue una sinfonía de disciplinas que se entrelazaban con naturalidad. Desde muy joven, recibió formación artística en la academia del pintor y fotógrafo Marcos Baeza, y más tarde en Madrid con el paisajista Serafín Avedaño. Su obra, sin embargo, no se limitó a los cánones académicos: fue una expresión íntima de sensibilidad, modernidad y compromiso cultural.

202509_PedroGonzalez

Pedro González: el color como forma de pensamiento.

Diego De La Nuez Machin
Cultura22 de septiembre de 2025

En el panorama artístico de Canarias, pocos nombres resuenan con la profundidad y la coherencia de Pedro González (La Laguna, 1927–2022). Pintor, ensayista, docente, activista cultural y alcalde, su figura encarna una síntesis rara: la del creador que piensa, del intelectual que pinta, del ciudadano que transforma. Su obra, marcada por una abstracción lírica y una paleta vibrante, no solo renovó el lenguaje plástico en las islas, sino que propuso una forma de estar en el mundo a través del arte. Pedro González no pintaba para decorar: pintaba para pensar.

20250916_las-aguacateras_jane-millares_02

Jane Millares Sall: entre el indigenismo, la abstracción y el constructivismo.

Diego De La Nuez Machin
Cultura17 de septiembre de 2025

En el panorama artístico del siglo XX en Canarias, pocas figuras brillan con la autenticidad y el compromiso de Jane Millares Sall. Nacida en Las Palmas de Gran Canaria en 1928, en el seno de una familia de intelectuales y artistas, Jane fue mucho más que la hermana de Manolo Millares o de Agustín Millares. Fue una creadora con voz propia, que supo construir un universo plástico profundamente arraigado en la identidad canaria, sin renunciar a la experimentación ni al compromiso social.

20250912_OscarDominguez_02

Óscar Domínguez: El surrealista que soñó desde Canarias hasta París.

Diego De La Nuez Machin
Cultura12 de septiembre de 2025

Hay artistas cuya obra trasciende el lienzo y se convierte en una declaración de vida. Óscar Domínguez, nacido en La Laguna (Tenerife) en 1906, es uno de esos genios que no solo pintó, sino que vivió su arte con una intensidad que lo llevó a las cumbres del surrealismo europeo. Su trayectoria es una mezcla de insularidad, bohemia, rebeldía y genialidad, que lo posiciona como uno de los grandes nombres del arte español del siglo XX.

cesar-manrique-coxis-enterrado-ktOG--510x287@abc

César Manrique: El arte como conciencia ecológica y legado cultural

Diego De La Nuez Machin
Cultura03 de septiembre de 2025

César Manrique no solo dejó una huella indeleble en la historia del arte español, sino que anticipó con décadas de ventaja los principios del diseño sostenible que hoy son bandera de arquitectos, urbanistas y ambientalistas. Su obra es una síntesis entre estética, ética y ecología, y su pensamiento sigue siendo un faro para quienes buscan construir sin destruir.

Lo más visto
20250923_TVE

TVE, con vientos favorables.

Salvador García Llanos
Opinión23 de septiembre de 2025

Los vientos soplan a favor de Televisión Española (TVE). Tal es así que, salvo aquella nefasta experiencia de hace unos meses (La fábrica de la tele), sus fichajes y sus programas van de éxito en éxito, con índices de audiencia en pleno crecimiento, de modo que algunas producciones de las cadenas privadas generalistas han visto reducidas sus cuotas de pantalla y sus seguimientos de espectadores han ido retrocediendo y enflaqueciendo sus espectadores directos. Eso no obsta para que la competencia en algunas programas estelares de determinadas franjas horarias, más los celos trufados de rivalidad en conductores y conductoras, a los que ha dado, para fortalecer índices de popularidad y caché, por exhibir alguna consideración política, en opinar libremente, haciendo buena aquella recomendación del ex presidente Aznar (“El que pueda hacer, que haga”).

20250925_Vicki Penfold_02

Vicki Penfold: la flor que florece en la sombra

Diego De La Nuez Machin
Cultura28 de septiembre de 2025

En un siglo marcado por guerras, exilios y reconstrucciones, la figura de Vicki Penfold emerge como un testimonio de resistencia artística y humana. Nacida en Cracovia en 1918 bajo el nombre de Victoria Sandberg, su vida fue una odisea que atravesó campos de trabajo en Siberia, campamentos de refugiados en África y estudios de arte en Europa, hasta encontrar refugio definitivo en Canarias. Su trayectoria no es solo la de una pintora: es la de una mujer que convirtió el dolor en color, y el exilio en forma.

20250925_LiaTAvio

Lía Tavío: la artista que bordó la modernidad.

Diego De La Nuez Machin
Cultura25 de septiembre de 2025

En una época en que el arte femenino apenas encontraba espacio en los salones ni en las páginas de las revistas, Lía Tavío (Puerto de la Cruz, 1874 – Las Palmas de Gran Canaria, 1965) tejió una trayectoria tan rica como silenciosa. Pintora, poeta, escritora, pianista y docente, su vida fue una sinfonía de disciplinas que se entrelazaban con naturalidad. Desde muy joven, recibió formación artística en la academia del pintor y fotógrafo Marcos Baeza, y más tarde en Madrid con el paisajista Serafín Avedaño. Su obra, sin embargo, no se limitó a los cánones académicos: fue una expresión íntima de sensibilidad, modernidad y compromiso cultural.

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email