
TVE, con vientos favorables.
Los vientos soplan a favor de Televisión Española (TVE). Tal es así que, salvo aquella nefasta experiencia de hace unos meses (La fábrica de la tele), sus fichajes y sus programas van de éxito en éxito, con índices de audiencia en pleno crecimiento, de modo que algunas producciones de las cadenas privadas generalistas han visto reducidas sus cuotas de pantalla y sus seguimientos de espectadores han ido retrocediendo y enflaqueciendo sus espectadores directos. Eso no obsta para que la competencia en algunas programas estelares de determinadas franjas horarias, más los celos trufados de rivalidad en conductores y conductoras, a los que ha dado, para fortalecer índices de popularidad y caché, por exhibir alguna consideración política, en opinar libremente, haciendo buena aquella recomendación del ex presidente Aznar (“El que pueda hacer, que haga”).
Opinión23 de septiembre de 2025

Los vientos soplan a favor de Televisión Española (TVE). Tal es así que, salvo aquella nefasta experiencia de hace unos meses (La fábrica de la tele), sus fichajes y sus programas van de éxito en éxito, con índices de audiencia en pleno crecimiento, de modo que algunas producciones de las cadenas privadas generalistas han visto reducidas sus cuotas de pantalla y sus seguimientos de espectadores han ido retrocediendo y enflaqueciendo sus espectadores directos. Eso no obsta para que la competencia en algunas programas estelares de determinadas franjas horarias, más los celos trufados de rivalidad en conductores y conductoras, a los que ha dado, para fortalecer índices de popularidad y caché, por exhibir alguna consideración política, en opinar libremente, haciendo buena aquella recomendación del ex presidente Aznar (“El que pueda hacer, que haga”).
Ha dado un salto TVE, ciertamente, que no se ha quedado atrás en la realización de programas informativos y las exigentes coberturas que algunos acontecimientos requieren. Tertulias, entretenimiento, variedades, transmisiones deportivas… en nada se queda atrás la televisión pública que ahora estrenado en la redacción de Torrespaña una Mesa Central que agrupa por primera vez a responsables de todos los formatos de los informativos de RTVE: televisión, radio y digital. El objetivo, según una nota remitida por la Corporación, es ejercer la labor de servicio público en todos aquellos formatos que los ciudadanos eligen para informarse.
En principio, esta Mesa Central facilitará la coordinación de los Servicios Informativos para aunar esfuerzos, sacar un mayor partido de los recursos y amplificar la capacidad de producción de contenidos informativos de RTVE, teniendo en cuenta la singularidad de cada formato. Esta es la primera fase del proceso de convergencia informativa impulsada por la nueva dirección de informativos de RTVE.
Según fuentes de la Corporación, en esta nueva redacción, la Mesa Central será el epicentro donde confluyan todas las propuestas informativas y desde el que se coordinen todas las coberturas. A uno y otro lado de la Mesa se sitúan las ediciones de los Telediarios y el Canal 24 horas; entre ambas, responsables de Digital, RNE y Producción, junto a la jefatura de redacción, figura encargada de establecer flujos de trabajo y conexiones entre los distintos espacios informativos.
En torno a la Mesa Central se distribuyen las áreas de los Servicios Informativos, reforzadas con puestos clave de la redacción Digital: RTVE Noticias, RTVE Play, Redes Sociales y YouTube.
Los centros territoriales también cuentan con una ubicación destacada en esta nueva redacción, con un puesto que permite la comunicación continua y fluida con las ediciones de los Telediarios y del Canal 24 horas, RNE y Digital.
Calidad profesional no falta, precisamente, en cada uno de estos ámbitos, de modo que ejecutivos y rostros -más los que no aparecen- para que los vientos sigan soplando a favor, deben completar la aspiración de un modelo público de radio y televisión de alto nivel que sea competitivo.


Los vientos soplan a favor de Televisión Española (TVE). Tal es así que, salvo aquella nefasta experiencia de hace unos meses (La fábrica de la tele), sus fichajes y sus programas van de éxito en éxito, con índices de audiencia en pleno crecimiento, de modo que algunas producciones de las cadenas privadas generalistas han visto reducidas sus cuotas de pantalla y sus seguimientos de espectadores han ido retrocediendo y enflaqueciendo sus espectadores directos. Eso no obsta para que la competencia en algunas programas estelares de determinadas franjas horarias, más los celos trufados de rivalidad en conductores y conductoras, a los que ha dado, para fortalecer índices de popularidad y caché, por exhibir alguna consideración política, en opinar libremente, haciendo buena aquella recomendación del ex presidente Aznar (“El que pueda hacer, que haga”).

Pedro González: el color como forma de pensamiento.
En el panorama artístico de Canarias, pocos nombres resuenan con la profundidad y la coherencia de Pedro González (La Laguna, 1927–2022). Pintor, ensayista, docente, activista cultural y alcalde, su figura encarna una síntesis rara: la del creador que piensa, del intelectual que pinta, del ciudadano que transforma. Su obra, marcada por una abstracción lírica y una paleta vibrante, no solo renovó el lenguaje plástico en las islas, sino que propuso una forma de estar en el mundo a través del arte. Pedro González no pintaba para decorar: pintaba para pensar.

¿Tasa turística...? Entre capitalismo liberal y capitalismo socialmente responsable.
Mucho se ha hablado en las Islas Canarias sobre este asunto, este verano he podido comprobar que es algo muy común en toda Europa incluso en municipios minúsculos, algún municipio en las islas ha establecido alguna simbólica de unos pocos céntimos por noche, con mucha polémica y visita a los juzgados incluida, los empresarios del sector y los defensores del capitalismo más salvaje que solo busca acumular beneficios, alzan la voz de lo peligroso que es implantar dicha tasa para la economía de las islas, nunca les he oído manifestarse sobre los residuos que genera el turismo y la rápida colmatación de los vertederos de las islas, territorio limitado en superficie donde los haya, ni sobre cualquier efecto negativo real de dicha actividad, solo oiremos parabienes de que es el motor económico de las islas y que sin el no tendríamos futuro.

Crear un frente común a la extrema derecha no debería ser un problema exclusivo de las izquierdas debería ser un problema de cualquiera que crea en la democracia, en los derechos humanos, en las leyes o simplemente tenga un poco de empatía humana. Pero es evidente que la primera baja de esta crisis de pensamiento han sido las derechas democráticas y similares, la extrema derecha los ha devorado.

TeleMadrid, a la que cada vez llaman más ‘TeleAyuso’ -no hace falta explicar por qué- picó días pasados y coló en sus informativos -¡cómo serán!- la falsa noticia de que Pablo Iglesias e Irene Montero habían matriculado a sus tres hijos en un centro escolar privado de Madrid. Los prejuicios tan elevados que tienen en algunos medios sobre quienes eran considerados los antisistema, propiciaron lanzarse sobre la golosina de una incongruencia flagrante, de una contradicción cuando menos ideológica, de esas que el derecho se apresura a destacar. Hala, sin verificar ni nada. Pero no, los redactores y editores de la tele matritense pincharon en hueso. El anzuelo parecía goloso pero era falso. ¿Se habrán dicho en TeleMadrid aquello de una para ver y otra para aprender? Es el último ejemplo de la desinformación.

En el calor del debate de ideas y de creer lo que es mejor para la sociedad es normal que se puedan perder las formas o que la sangre se suba a la lengua, todos somos humanos, eso quiero pensar que le ocurrió a Isabel Díaz Ayuso. Pero hay una diferencia, un límite. Si bien una persona puede equivocarse, que la soberbia le empuje a justificarlo es un doble error y algo que no puede permitirse la primera línea política de ninguna democracia.

La Asociación Internacional de Medios de Comunicación (INMA) es el proveedor líder mundial de mejores prácticas globales para las empresas de medios de comunicación que buscan aumentar los ingresos, la audiencia y la marca en medio de un profundo cambio en el mercado.

¿Sinvergüenza de cloaca o profesional de la información?
La reanudación de la temporada en los medios de comunicación ha significado la entrada en la escena de algunos fichajes, el cambio de logos en los micrófonos desde los que ahora hablan y la continuidad en sus casas de quienes pueden presumir de veteranía y se convertido en pilares de mantenimiento de audiencias. El proceso está aún a la espera de completarse pero ya se aprecian los perfiles que indican la competencia que, en algunos casos concretos, seguirá siendo feroz.

La forma en que procesamos la información cambia según lo que podemos ganar o perder. Una investigación revela que esta dinámica influye en nuestra tendencia a aceptar afirmaciones falsas, especialmente cuando provienen de personas cercanas.

Jane Millares Sall: entre el indigenismo, la abstracción y el constructivismo.
En el panorama artístico del siglo XX en Canarias, pocas figuras brillan con la autenticidad y el compromiso de Jane Millares Sall. Nacida en Las Palmas de Gran Canaria en 1928, en el seno de una familia de intelectuales y artistas, Jane fue mucho más que la hermana de Manolo Millares o de Agustín Millares. Fue una creadora con voz propia, que supo construir un universo plástico profundamente arraigado en la identidad canaria, sin renunciar a la experimentación ni al compromiso social.


La derecha democrática esta herida de muerte.
Las democracias occidentales vivían en un constante pulso entre partidos de derecha e izquierda (y supuestos partidos de centro), en ese pulso ambas defendían unas mínimas normas democráticas, cívicas y humanas. Cada bloque tenía luego sus peculiaridades, segmentaciones y extremos, pero dentro de unos márgenes, incluso en los casos más extremos pocos o ningunos se atrevían a cuestionar la democracia como concepto, aunque quisieran reformarla o criticaran aspectos. Eso parece haber acabado.

Agentes de potencias extranjeras operan libremente en España… ¿Una realidad o una ficción?
En los últimos años vemos una actividad inusitada de asociaciones, formaciones políticas e individuos con oscuros intereses en el día a día de nuestro país.

Los vientos soplan a favor de Televisión Española (TVE). Tal es así que, salvo aquella nefasta experiencia de hace unos meses (La fábrica de la tele), sus fichajes y sus programas van de éxito en éxito, con índices de audiencia en pleno crecimiento, de modo que algunas producciones de las cadenas privadas generalistas han visto reducidas sus cuotas de pantalla y sus seguimientos de espectadores han ido retrocediendo y enflaqueciendo sus espectadores directos. Eso no obsta para que la competencia en algunas programas estelares de determinadas franjas horarias, más los celos trufados de rivalidad en conductores y conductoras, a los que ha dado, para fortalecer índices de popularidad y caché, por exhibir alguna consideración política, en opinar libremente, haciendo buena aquella recomendación del ex presidente Aznar (“El que pueda hacer, que haga”).

Pedro González: el color como forma de pensamiento.
En el panorama artístico de Canarias, pocos nombres resuenan con la profundidad y la coherencia de Pedro González (La Laguna, 1927–2022). Pintor, ensayista, docente, activista cultural y alcalde, su figura encarna una síntesis rara: la del creador que piensa, del intelectual que pinta, del ciudadano que transforma. Su obra, marcada por una abstracción lírica y una paleta vibrante, no solo renovó el lenguaje plástico en las islas, sino que propuso una forma de estar en el mundo a través del arte. Pedro González no pintaba para decorar: pintaba para pensar.