
No es la primera vez que el Partido Popular (PP) de Canarias utiliza la táctica del avestruz para escapar de esas ya cíclicas tensiones generadas con la redistribución en distintas comunidades de los menores no acompañados que llegan a Canarias vía irregular. Cuando se convoca una reunión o una fecha para decidir, no se sabe o no contesta. Eso sí: todo (menos mal) a favor del interés superior del menor, elemento discursivo que ya podrían ir eliminando o no esgrimir, a la vista de que cada vez tiene que mojarse, no lo hace porque priman los intereses partidistas.



















