
Chocolate por la noticia: Costa de Marfil le pone fecha de vencimiento a la exportación de cacao sin procesar
El mayor productor de cacao del mundo impulsa un cambio estructural: busca que todo el grano que salga del país esté industrializado.
El acto de jubiladas y jubilados volvió a exhibir este miércoles la absurda represión contra personas que trabajaron toda la vida y se manifiestan pacíficamente ante la licuación brutal de sus ingresos. Tras los golpes, las fuerzas de Gendarmería, Prefectura y Policía Federal (que no parecen estar donde deberían), recibieron orden de retirada, mientras la gente celebraba otra batalla ganada. El acompañamiento de personas discapacitadas, la creatividad de los carteles, las estampitas de la Virgen y las teorías sobre el fernet para describir parte de la actualidad.
Mundo02 de octubre de 2025 lavaca.org (Lucas Pedulla/Sergio Ciancaglini)
El horario de marcha de jubilados y jubiladas de todos los miércoles es a las 15 horas: a la hora señalada ya había un jubilado detenido –Julio Vargas, luego liberado– y una decena de heridos entre gases, palos y escudos. Por ejemplo Carlos, más conocido como Chaca, el mítico hincha de Chacarita Juniors, en un día en el que el gobierno había anunciado descuentos en supermercados: “Ni enterado, pero ya nadie les cree nada. Mirá”, dice y muestra sus brazos golpeados, su codo ensangrentado, el labio partido por un golpe. “Hoy de vuelta nos fajaron. Pero que hagan todo lo que quieran hacer, ya se van”.
Tapar a Espert.
Las agresiones incluyeron a la Prefectura Naval y a la Gendarmería, ubicadas en Rivadavia y Callao para castigar a personas ancianas mientras las fronteras siguen siendo un colador por el que entran y escapan narcos, según se informa cada día.
Después de la represión, la escenografía del Congreso volvió a evidenciar su irracionalidad: el cordón de policías federales, prefectos y gendarmes circundaba la plazoleta y abarcaba dos cuadras. Es la segunda semana consecutiva en la que el despliegue del operativo queda a cargo de las fuerzas federales, luego de varios miércoles donde la única fuerza que se veía era la Policía de la Ciudad.
“Esto se llama Operativo No Rompan Las Pelotas”, define Lorenzo, 73 años, vecino del partido bonaerense de San Martín. “No quieren mostrar debilidad y quieren tapar a Espert. Tienen mil quilombos, y creen que esto a Bullrich le suma puntos para su campaña”.
Esa sumatoria todavía está por verse: alguien debió pensar algo distinto si hoy desistieron repentinamente de agredir a jubilados. El razonamiento de Lorenzo emparenta el despliegue policial con la candidatura de la ministra de Seguridad a una banca en el Senado, un lugar donde tendrá fueros que la podrían proteger ante un eventual avance en las causas por las diversas represiones que la tienen como la máxima responsable política, entre ellas el balazo que dejó al borde de la muerte al fotógrafo Pablo Grillo, hoy en rehabilitación.
Despidiendo policías.
Los que primero parten, en este caso, son los efectivos (?) federales. La gente de a poco fue sobrepasando al cordón policial, empujándolos hacia la vereda, hasta que de alguna parte llegó la orden de abandonar el lugar.
La manifestación los despide cantando: “Son todos narcos”. Lo pesado de los trajes policiales, sus escudos, armas y tonfas, hace cada movimiento más robótico, y en muchos sentidos más absurdo. El vallado que separa el punto de fuga de la plaza es tan grande que solo por un pequeño pasillo los cientos de efectivos se escabullen a un ritmo que permite que el estribillo que no cesa –“son todos narcos”– sea capturado por cientos de cámaras.
Una imagen resulta conmovedora. Alberto, un hombre ciego, camina con un bastón en la mano derecha y la izquierda la lleva apoyada –para guiarse– en el hombro de Sergio, que avanza en silla de ruedas.
Forman parte de un pequeño grupo que incluye a Ariel, que tiene síndrome de Down, Remigia en su andador eléctrico, integrante de la CTA, Julito, también ciego, Sol, Daniel. Marcela y Leonor los acompañan y llevan una pequeña bandera que dice “Unidos por la especial”, en referencia a la educación especial eliminada, calcula Leonor, en más de 20 escuelas porteñas. Alguien que ve a ese pequeño grupo manifestarse plantea una posibilidad: “Este pueblo es invencible”.
Alberto dice: “No podemos dejar que nos quiten los derechos, nos pisoteen como un trapo sucio en el fondo de una casa”. Sergio agrega: “Hoy encima, como vienen las elecciones, te dicen que te van a dar descuentos en los supermercados. Nos toman de idiotas. Pero así les va a ir”.
Sobre las estampas y el fernet.
Cuando se va el último policía, la plaza celebra. Entonces empieza la marcha, como cada miércoles. Aparece una tercera fuerza –Policía de la Ciudad– que sólo armará un cordón sobre Sáenz Peña para que la marcha no siga hasta Plaza de Mayo.
Allí está Patricia, 68 años, de zona norte del conurbano, que le reparte estampitas de la Virgen María a los policías.
Algunos se ríen, otros permanecen inmutables, y ella dice: “Necesitamos bendiciones. Prefiero confiar en la misericordia. Es una forma de decirle al Presidente que se está equivocando. Confiemos en que puede escuchar, ¿no? Escuchó el resultado de las elecciones, pero no está escuchando la calle. Hay que seguir viniendo. Y pedir por los derechos del pueblo”.
La insistencia sonriente de Patricia genera lo inesperado: varios policías aceptan la estampa de la Virgen y le agradecen. Nadie sabe muy bien cómo interpretar eso. Ella arquea las cejas: “No se pueden conocer los caminos de la misericordia”.
Un poco más allá hay una celebración de cumpleaños, con orquesta de bombos y trompetas, con baile de jubiladas y jubilados al ritmo de «como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar».
Selva, 65 años, vecina del barrio porteño de Floresta tiene una bandera argentina atada como capa, gorrito celeste y blanco, y un cartel que ranquea entre los más llamativos de la jornada:

Su situación –dice– es como la de cualquier otra jubilada: “Tengo la suerte de tener mi casa, un baño con agua caliente, mi comida calentita, pero la veo feo para mis hijos”. Por eso no se pierde un miércoles. Tampoco pierde el humor: “Toda mi vida traté de ser respetuosa. No me gusta venir y pelear con la policía. Pero no nos vamos a dejar asustar. A mi hermana y a mí nos tiraron con el hidrante en el invierno pero seguimos luchando”.
¿Cómo seguimos? “Hay que ir a votar. Cada uno sabe en qué momento estuvo mejor. Hay que luchar. Siempre con esto”, dice y señala su obra de arte sobre el fernet: “Con la palabra y la sonrisa”.

El mayor productor de cacao del mundo impulsa un cambio estructural: busca que todo el grano que salga del país esté industrializado.

Gesto, materia y color se entrelazan en una exploración pictórica que transforma el azar en forma

El nombre de Eva Fernández debería ocupar un lugar de honor en la historia del arte canario, no solo por ser la primera mujer pintora reconocida del archipiélago, sino por haber desafiado con elegancia y firmeza los límites impuestos por su época. Nacida en La Orotava en 1911, su trayectoria artística se desarrolló en un contexto donde la visibilidad femenina en el arte era prácticamente inexistente.

El mayor productor de cacao del mundo impulsa un cambio estructural: busca que todo el grano que salga del país esté industrializado.

En un rincón rural de Cataluña, un grupo de familias ganaderas dio forma al Biohub Km0, una iniciativa pionera que reinventa el destino de sus residuos y posiciona al territorio como faro internacional de economía circular.

“An argentinian in Moldova?”, me dijo Iana Mustac, oficial de migraciones de Moldavia. Sí, tenía un inglés bastante tosco, pero se hacía entender bien. Veía con extrañeza mi pasaporte, como si fuera una ciudadana de Júpiter y no de un país que queda a 12 mil kilómetros de distancia. “Come here, please”. Así empezó la pesadilla.

Santo Domingo, capital de República Dominicana, acogió la 81ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Concluyó con un diagnóstico sombrío sobre la situación de la libertad de prensa en el continente. En su declaración final, la organización denunció un clima de creciente hostilidad contra el periodismo, alimentado por discursos oficiales que estigmatizan a los medios y a los profesionales de la información.

Grecia transita una estabilidad macroeconómica con fracturas estructurales. En los últimos cinco años, el país logró una recuperación que le permitió crecer por encima del promedio de la Unión Europea

Comer bacalao forma parte de la cultura gastronómica española. Bacalao a la tranca, a la vizcaína, en potaje o en brandada… ¿Quién no ha probado alguno de estos platos? Pues bien, si lo ha hecho, por unos momentos ha estado conectado con el Polo Norte, porque gran parte del bacalao que comemos viene del océano Ártico.

Una de cada cinco personas tiene más de 65 años, según el informe ‘Un perfil de las personas mayores en España 2025: envejecimiento, salud y bienestar en cifras’, presentado 24/10/2025

El nombre de Eva Fernández debería ocupar un lugar de honor en la historia del arte canario, no solo por ser la primera mujer pintora reconocida del archipiélago, sino por haber desafiado con elegancia y firmeza los límites impuestos por su época. Nacida en La Orotava en 1911, su trayectoria artística se desarrolló en un contexto donde la visibilidad femenina en el arte era prácticamente inexistente.

El mayor productor de cacao del mundo impulsa un cambio estructural: busca que todo el grano que salga del país esté industrializado.

En plena crisis final del franquismo en el otoño de 1975 la cuestión del Sahara se mezcló con la agonía de Franco.

Brasil lleva una propuesta bioeconómica que integra clima, energía y desarrollo. Biocombustibles, fondos verdes, suelos que capturan carbono y cadenas que sustituyen insumos fósiles sin expandir fronteras. Una mirada al futuro que ya funciona —y que el mundo necesita discutir.

Gesto, materia y color se entrelazan en una exploración pictórica que transforma el azar en forma

Veinte de noviembre, si no antes..., aparece compungido en la televisión de blanco y negro el siniestro personaje llamado Carlos Arias Navarro