
Hoy día se abusa de la palabra sostenible o de la palabra verde con una ligereza muy habitual en cualquier panfleto de propaganda para vender o engañar a la opinión pública con dicho asunto.

Hoy día se abusa de la palabra sostenible o de la palabra verde con una ligereza muy habitual en cualquier panfleto de propaganda para vender o engañar a la opinión pública con dicho asunto.

Mucho se ha hablado en las Islas Canarias sobre este asunto, este verano he podido comprobar que es algo muy común en toda Europa incluso en municipios minúsculos, algún municipio en las islas ha establecido alguna simbólica de unos pocos céntimos por noche, con mucha polémica y visita a los juzgados incluida, los empresarios del sector y los defensores del capitalismo más salvaje que solo busca acumular beneficios, alzan la voz de lo peligroso que es implantar dicha tasa para la economía de las islas, nunca les he oído manifestarse sobre los residuos que genera el turismo y la rápida colmatación de los vertederos de las islas, territorio limitado en superficie donde los haya, ni sobre cualquier efecto negativo real de dicha actividad, solo oiremos parabienes de que es el motor económico de las islas y que sin el no tendríamos futuro.

La implementación de la “ecotasa” o tasa turística para aquellos visitantes que pernocten en las Islas Canarias ha sido rechazada por las administraciones autonómicas y municipales. Según alega Coalición Canaria o el Partido Popular, este nuevo impuesto impactará de una forma muy negativa en el desarrollo turístico que se lleva a cabo en la actualidad, aludiendo a que descenderá el flujo de visitantes o se perderá la competitividad con otros destinos.


Científicas de Texas A&M diseñaron un innovador material para baterías a base de componentes naturales y comestibles que se desintegra sin contaminar, con potencial para revolucionar la electrónica sustentable.


Un tributo a la creatividad checa, con la etérea Entr’acte de Caroline Shaw como umbral contemporáneo.

Durante décadas, políticos y economistas han invocado la “mano invisible” de Adam Smith como si fuera una fórmula mágica que justifica dejar el mercado sin reglas. Pero esa interpretación es tan superficial como interesada. Smith no era un defensor del caos económico ni del abandono estatal. Era un pensador complejo, preocupado por la moral, la equidad y el bienestar colectivo.

Berta Páramo ilustra y firma la nueva entrega de Mentes curiosas. Curiosas mentes, la serie de álbum ilustrado editada por el CSIC y Zahorí Books

Más de 50 artistas recorren los 50 años de transición democrática en Portugal y España